A las puertas de la 145^ siembra de trigo blando, el 17 de octubre 2019 tuvo lugar en la sede de Molini Pivetti de Renazzo el encuentro «Trigo blando: entre mercado, cadena de producción y sostenibilidad» cuyo propósito fue delinear el balance de la cosecha y las estrategias para el futuro.

Con la moderación a cargo de la periodista Lisa Bellocchi (Vicepresidente ENAJ – European Network of Agricultural Journalists) intervinieron:
– Gianluca Pivetti (Director general Molini Pivetti S.p.A) y Gabriele Maggiali (Director comercial Molini Pivetti S.p.A): «Balance de la campaña cosecha de trigo 2019»
– Adriano Facchini, experto en marketing agroalimentario: «Situación de los mercados y perspectivas»
– Alessandro Zucchi, agrónomo y responsable Cadena de producción Molini Pivetti S.p.A: «Los proyectos de Molini Pivetti»

Reforzar aún más la cadena de producción y apostar por la sostenibilidad. Con la atención siempre dirigida también a los mercados, este fue eje central del encuentro realizado en Renazzo (Ferrara), sede histórica de Molini Pivetti que desde hace más de 140 años, produce harinas de alta calidad. Presentes en la cita los representantes de toda la cadena de producción de trigo blando que colaboran con Pivetti, desde los agricultores hasta la industria (Deco y Bimbo).

Los referentes de la empresa, Gianluca Pivetti y Gabriele Maggiali, director general y director comercial, respectivamente, con la conducción de la periodista Lisa Bellocchi (Vicepresidente ENAJ – European Network of Agricultural Journalists), alternando con Adriano Facchini, experto un marketing agroalimentario y el agrónomo Alessandro Zucchi, responsable de la cadena de producción CPP (Campi Protetti Pivetti) para aportar los datos de la cosecha 2019 pero sobre todo para informar sobre los valores de la empresa, cada vez más centrados en el cuidado del territorio y en la seguridad alimentaria del producto terminado.

Símbolo de la tradición aunque orientada a la continua renovación, el Holding Pivetti mantiene un estrecho contacto entre familia, tierra y agricultores. No fue casualidad la creación, en 2015, de la marca CPP – Campi Protetti Pivetti, una cadena de producción controlada y verificada en todas sus fases, certificada por el ente internacional CSQA. Desde el mes de julio pasado aproximadamente el 60 % de los CPP también ha obtenido la calificación de sostenible, en función de los estándares de referencia medioambiental, social y económico, por una producción total de más de 10.000 toneladas de trigo.

CPP es la mayor expresión de la relación directa entre el molino y los agricultores que adhieren al reglamento y que, en sinergia con Pivetti, han decidido adoptar «buenas prácticas agrícolas» – de conformidad con la PAC – y valores de transparencia. Es fundamental divulgar este modelo de cadena de producción bien organizado,respaldado, certificado y asentado en la constante relación con quien siembra y trabaja la tierra, para poder premiar adecuadamente a los agricultores, contener las oscilaciones del mercado de la materia prima y proponer al consumidor final un producto sostenible y de alta calidad.

Los granos de la cadena de producción Campi Protetti Pivetti proceden exclusivamente de terrenos de las provincias de Bolonia, Módena y Ferrara, lejos de fuentes de contaminación como industrias o carreteras muy transitadas; que solo reciben los tratamientos de defensa de las principales enfermedades que garantizan la calidad del grano que se cosecha, que después de ser almacenados en silos específicos, nunca entran en contacto con otro tipo de granos. Mediante medios de transporte idóneos, el grano continúa su camino hacia el molino de Renazzo donde el laboratorio realiza los análisis de conformidad. Después de una exhaustiva fase de limpieza, se pasa a la molienda para obtener una harina que se almacena en celdas específicas y numeradas.

Elevada capacidad de almacenamiento total que oscila en torno a las 115.000 toneladas de grano, de las cuales 47.620 solo en los silos de Renazzo. Números que nos dan la idea de una empresa sólida, y más aún si se considera que la conservación durante el almacenamiento se realiza sin el uso de agentes químicos y, por ende, acorde a las normas de seguridad alimentaria y ambiental más estrictas.

Son fundamentales para los parámetros de sostenibilidad CPP también las emisiones de CO2 en cada fase productiva y hasta la eliminación del producto, emisiones que el año pasado alcanzaron los 0,546 kg por cada kilo de harina. Obviamente, el objetivo es reducir aún más las emisiones de dióxido d carbono, sobre todo en la fase agrícola y en la de transporte, porque – como afirma Gianluca Pivetti – “El proceso de certificación CSQA nos ha ofrecido una visión de nuestro sistema productivo: la certeza del dato ahora nos permite identificar los puntos críticos e intervenir de manera más específica”.